domingo, 2 de abril de 2017

REPLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO





REPLANTEAMIETNO DEL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO


A PROPÓSITO DE LA OBRA DE FEDERICO ENGELS
LUDWIG FEUERBACH Y EL FIN DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA ALEMANA
 

JULIO DURAND LAZO
IZCUCHACA – PERÚ. MARZO DEL 2017

IDCC INSTITUTO PARA EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO CREATIVO




PRESENTACIÓN


     Este tercer ensayo sobre el problema del Conocimiento, en cierto modo, es una continuación del ensayo acerca de la frase SOLO SÉ QUE NADA SÉ, sin embargo, el ensayo puede ser abordado en sí mismo, en su propia estructura. La diferencia entre uno y otro es de dirección, de sujeto y de objeto. Así, el presente ensayo plantea un cambio radical de dirección en relación al planteamiento del problema del conocimiento, asimismo, plantea un cambio en la posición del sujeto, que asimismo implica un cambio radical respecto a la posición del sujeto del conocimiento, y, por último, plantea un cambio también radical en relación al objeto del problema del conocimiento. Así, el ensayo representa un grado de mayor profundidad en relación al ensayo anterior.

    El ensayo aborda el II capítulo del escrito filosófico de Federico Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, (Engels, F. 1888) en relación al planteamiento del problema del conocimiento. Este obra fue profusamente difundida en los años que hice, a partir de su análisis, el replanteamiento del problema del conocimiento, además, constituyó la base de los tratados y manuales de la teoría del conocimiento marxista. En la actualidad es difícil encontrar el libro de Engels, pero, está junto con obras de Engels en la WEB, de este sitio se asume para retomar su análisis y replanteamiento.
   
     El presente ensayo se debe considerar nuevo, sin embargo, los resultados del replanteamiento del problema del conocimiento se desarrollaron inmediatamente después de realizado el ensayo sobre la frase atribuida a Sócrates, es decir, hace aproximadamente 30 años, en esos años el replanteamiento formó parte de trabajo teórico sobre el enfoque procesal del conocimiento. En esencia el ensayo actual es una reproducción del replanteamiento expuesto hace tres décadas, la diferencia es su forma actual es analítica. La exposición tiene un carácter metodológico, siguiendo una dirección rigurosa, constituyéndose en parte del fundamento gnoseológico del Instituto para el Desarrollo del Conocimiento Creativo, IDCC. Asimismo, con estos ensayos se va creando la base de una cultura en relación al tratamiento del conocimiento, especialmente es su aspecto creador.


I
EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA FILOSÓFICO DEL CONOCIMIENTO EN ENGELS

    En 1886 Engels en la obra, Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, plantea de forma resumida los dos grandes problemas de la filosofía, de tal modo que establece los criterios para comprender y clasificar a los filósofos y a sus obras.

1.1. El Primer Problema de la Relación entre Ser y el Pensar.
    El segundo capítulo de la obra, Engels comienza con esta frase:
     El gran problema cardinal de toda la filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser.
    Es importante remarcar la parte final, donde el autor determina a la relación entre el ser y el pensar como el principal problema de toda filosofía.
     Esta relación tiene dos connotaciones, el primero es: el problema de saber qué es lo primario, si el espíritu o la naturaleza,
    Las respuestas dadas por los filósofos a este primer problema hacían que, se dividían en dos grandes campos, según la contestación que diesen a este pregunta. Los que afirmaban el carácter primario del espíritu frente a la naturaliza, y por tanto admitían, en última instancia, una creación del mundo bajo una u otra forma,…, formaban en el campo del idealismo. Los otros, los que, los que reputaban la naturaleza como lo primario, figuran en las diversas escuelas del materialismo.
     Este primer problema y sus soluciones dados por los filósofos, constituye la parte ontológica del problema de la relación entre el ser y el pensar, y no va ser objeto del presente ensayo. Sin embargo, se debe señalar que este primer problema dio lugar a un ensayo publicado, por el autor, Crítica a los Fundamentos de la Concepción Marxista – Concepto de Filosofía, y, luego, a una extensa exposición inédita bajo el título, Alfredo Madrid y el Descubrimiento de la Filosofía. Lo que sí interesa es el segundo problema de la relación entre el ser y el pensar, abordado por los filósofos,

1.2. El Segundo Problema de la Relación entre Ser y el Pensar.
     Luego de abordar la primera parte del problema, Engels, plantea la segunda parte del problema, en los siguientes términos: el problema de la relación entre el pensar y el ser encierra, además, otro aspecto, a saber:
    ¿Qué relación guardan nuestros pensamientos acerca del mundo que nos rodea con este mismo mundo? ¿Es nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real; podemos nosotros, en nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una imagen refleja exacta de la realidad? En el lenguaje filosófico, esta pregunta se conoce con el nombre de problema de la identidad entre el pensar y el ser y es contestada afirmativamente por la gran mayoría de los filósofos.
     Después de exponer, como un ejemplo, la forma como Hegel responde positivamente a esta cuestión, Engels, expone que, ‘hay otra serie de filósofos que niegan la posibilidad de conocer el mundo, o por lo menos de conocerlo de un modo completo. Entre ellos tenemos, de los modernos, a Hume y a Kant, que han desempeñado un papel considerable en el desarrollo de la filosofía’.            
    Engels señala sobre esta negación del conocimiento, que:
     La refutación más contundente de estas extravagancias, como de todas las demás extravagancias filosóficas, es la práctica, o sea, el experimento y la industria’. En seguida el autor expone: ‘Si podemos demostrar la exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones, y sí, además, lo ponemos al servicio de nuestros propios fines, damos al traste con la ‘cosa en sí’ inaprensible de Kant.
    Engels pone como ejemplos las sustancias vegetales reproducidas por la química, y otros casos realizados por la ciencia.
     Se ha reproducido la segunda parte del problema entre el ser y el pensar, relativo al problema del conocimiento, también, como lo señala el autor, conocido como el problema de la identidad entre el ser y el pensar. Se ha dejado de lado los aspectos del contexto histórico del texto que acompañan a este planteamiento, si bien son importantes no afectan el presente análisis, los planteamientos tal conforme se reproducen son el núcleo, el centro y el contenido del análisis y del replanteamiento del problema del conocer.


II
ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DEL PROBLEMA Y SUS SOLUCIONES


2.1. La Estructura del Planteamiento.
     Para este análisis se debe tener presente los elementos que componen el Problema, son: 1) Relación, 2) Ser, 3) Pensar. Estos tres elementos configuran los dos aspectos del problema. Como interesa el segundo aspecto del problema, se debe añadir a esta estructura un cuarto elemento, el 4) Conocer. 
     El segundo problema cuando se plantea la relación entre el Ser y el Pensar en forma interrogativa adquiere la siguiente forma: ¿qué relación guardan nuestros pensamientos acerca del mundo que nos rodea con este mismo mundo? Aquí el cuarto elemento, el Conocer, está implícito, no aparece. Sin embargo la interrogante, como toda interrogante, conduce a un tipo específico de conocimiento, como es el de saber qué relación guarda el Pensar con el Ser, que relación tienen los pensamientos, en términos del texto, con el mundo que nos rodea.
    Es importante, comprender que el problema del conocer no puede salir de estos límites, de esta estructura de elementos, puede reemplazarse la interrogante del segundo problema del Ser y al Pensar, con otra variante como lo expone Engels:
    ¿Es nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real; podemos nosotros, en nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una imagen refleja exacta de la realidad?
    En esta variante el cuarto elemento el saber o conocer está explicito, y el pensar se identifica con Ideas, Conceptos, Imagen, Reflejo, y, el Ser equivale a mundo real. Esta variante no altera el problema, ni los límites del problema del conocimiento planteado, sigue en esencia en la misma dirección, en saber si el Pensar puede conocer el Ser.
    Esta estructura es una constante, y es importante comprender que Engels ha sintetizando la forma de plantear el problema del conocer, planteado por los filósofos, a través de los siglos, lo enmarca, o lo marca, y lo delimita, como un problema dado por la relación entre el Ser y el Pensar, en relación a su identidad. En estos límites se expone como el problema del conocer humano, si el pensar es capaz de conocer al Ser, entendiendo al ser como mundo real que nos rodea, o la realidad objetiva.
     La estructura del segundo problema, como se señala, consta de 4 elementos, Relación, Pensar, Ser, Conocer. El problema planteado en su forma interrogativa pone a estos 4 elementos en la siguiente forma: ¿En la relación del Pensar con el Ser, el pensar es capaz de Conocer el Ser? De los 4 elementos es el cuarto, el conocer, lo que da dirección y determina la intención de la interrogación,  la dirección e intención es de conocer al Ser. Así, formulada la pregunta, se determina y caracteriza por la dirección que sigue como el problema gnoseológico, o el problema filosófico del conocer, el segundo problema de la relación entre el Ser y el Pensar.
     Al dirigirse en términos del Saber que se quiere, del Conocimiento que se busca, se limita y configura el tipo de saber que se demanda, como se expresa en si, ¿es capaz de conocer el pensar el ser?
     Por la dirección y la intención que es referida a la posibilidad del pensar de conocer del Ser, la formulación del problema se le ha denominado como  el problema del conocer, así, la problemática de la relación entre el ser y el pensar referida al conocimiento del Ser, se determina como el problema gnoseológico. Formulada la interrogante, del modo como lo expone Engels, por su estructura, y por su dirección e intención, limita y condiciona las respuestas de los filósofos.

2.2.- Las Respuestas al Problema y sus Límites
     Las respuestas al problema así planteado, están condicionadas por la estructura, la dirección e intención dados en la pregunta, las respuestas no pueden exceder o sobrepasar estos límites, es decir, las respuestas tienen que ser acordes y coherentes con la pregunta.
    En la dirección e intención que encierra la interrogante es que se determinan las respuestas. En el texto, Federico Engels señala que todos los filósofos han dado respuesta a la pregunta ¿El pensar es capaz de conocer al Ser? Se debe advertir, no es el propósito del presente ensayo examinar las diversas respuestas dadas por los filósofos al problema del conocimiento, sino, centrarnos en las respuestas expuestas por Engels.
    El problema dado en la pregunta, conforme lo expone Engels, sólo tiene dos respuestas, 1) Positiva, o afirmativa, 2) Negativa, La primera respuesta corresponde a la afirmación de si es posible al pensar conocer al ser, o al mundo que nos rodea, a la realidad objetiva. La segunda es de carácter negativa, por negar en forma parcial o absoluta esta posibilidad del pensar de conocer el ser, o la realidad.
     Estas dos respuestas están condicionadas por el carácter del planteamiento del problema del conocer, es decir, conforme la estructura del problema son dos las respuestas, no pueden ser 3 ni más, también, sólo se puede cada filósofo admitir una de las dos en su respuesta, Si o No, una de las dos posibilidades, no las dos al mismo tiempo
    En el intermedio, o en el medio, entre las preguntas y respuestas, están los argumentos, las pruebas, las demostraciones, las comprobaciones, las exposiciones, en favor de las respuestas. Tampoco, corresponde al ensayo examinar los fundamentos de los filósofos en pro y en contra de la posibilidad de conocer el pensar al ser. Sólo se debe reiterar que están limitadas por la estructura de la pregunta, por la dirección y por la intención, y constituyen escuelas y corrientes filosóficas en relación al conocer.
     Es necesario observar que Engels se percata que las respuestas dadas por los filósofos, a través de la historia, no sólo se dan por su puro pensar, sino, están condicionadas por los avances de la ciencia, así, en el texto, demuestra como la ciencia, con sus descubrimientos y logros en el conocer, permite dar fundamentos para demostrar que el pensar puede conocer el ser.

2.3.- El error del Problema y sus Respuestas
    El análisis del problema planteado y de sus respuestas conduce a determinar que hay un error de fondo, de contenido, que manifiesta lo equivocado de identificar el segundo problema de la relación entre el ser y el pensar y las respuestas, con el problema del conocimiento, este problema y las respuestas no corresponde el problema al problema del conocimiento.
     Si se examina con cuidado la estructura y la dirección del problema, en primer lugar, tenemos que no corresponde al problema del conocimiento. Los elementos de la estructura, el Pensar, la Relación, el Ser y el Conocer, al ser formulados en una interrogante, adquieren la forma, ¿El pensar en su Relación con el Ser es capaz de conocerlo, o conocer al Ser? En esta forma el aspecto principal de la pregunta no es el conocer sino es el Pensar, es sobre el Pensar que recae la pregunta. En segundo lugar, el aspecto al que se vincula al pensar, tal como plantea la pregunta, es al Ser, es decir, se interroga si el Pensar es capaz de conocer al Ser.
     En esta estructura el Conocer sólo da dirección a estos elementos, pero, no da dirección a su propia naturaleza, es decir, no es su problema, es el problema del pensar, se trata de conocer si el pensar es capaz de conocer al ser, así, no es el problema del conocimiento. Así, el 4 elemento, el conocer,  sólo da dirección e intención al llamado problema de conocer, si el pensar puede conocer el ser, pero en esta dirección no se dirige al problema de conocer en sí mismo, es decir a conocer al conocimiento mismo.
     Llegado a este punto, se debe considerar al problema planteado por Engels, por los filósofos, como un problema relativo a la relación entre el ser y el pensar, pero, no es el problema del conocimiento.
      Las respuestas dadas a este mal llamado problema del conocer, sólo pueden ser del problema planteado, no pueden salirse de la estructura y de los límites de su formulación, por lo tanto, al no ser las respuestas del verdadero problema del conocer, contienen el mismo error detectado en el problema.
     Las afirmaciones afirmativas son relativas a que es posible conocer el ser, y no de otra cosa, las afirmaciones negativas niegan esta posibilidad. Con estas respuestas no se ha resuelto el problema del conocer en sí mismo, en tanto conocer.
     El error ha sido  identificar pensar con conocer en forma absoluta, y así, al plantear la posibilidad  del pensar de conocer el ser, se trata de determinar este problema como del conocer. En sí mismo el problema del conocer no puede estar condicionado y limitado por la relación entre el ser y el pensar, como si el problema del conocer estaría dada en los límites de esta relación. Entonces, el problema del conocer requiere de una nueva estructura, de nuevos límites, y de una nueva dirección e intención.  
       


III
EL REPLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO


3.1. El replanteamiento del Problema
     Se debe advertir respecto del problema mal llamado gnoseológico, que en sí representa un reto, y se ha formulado, en las más diversas condiciones y circunstancias históricas, en la estructura y dirección señaladas. No es que el problema este mal planteado, no se trata aquí de una nueva paradoja, sino, no es el verdadero problema del conocimiento, y es posible que su planteamiento se siga dando, pero, es necesario aclarar que este es un problema sólo de la posibilidad del pensar para conocer el ser, sea cual sean las respuestas es y será siempre sobre este punto, entonces, se hace necesario replantear el problema del conocimiento.
    Aquí a diferencia de la frase atribuida a Sócrates, expuesta en el ensayo anterior, no se trata de hacer variantes a la estructura del problema, sino, es necesario reformular el planteamiento en una nueva estructura, en una nueva dirección, con una intención coherente a la estructura y dirección planteada. Por ello, es necesario dejar a un lado el mal llamado problema del conocimiento, como un desafío a los pensadores, y, se debe replantear el verdadero problema del conocimiento.
     El replanteamiento del problema del conocimiento se da con la siguiente estructura:
    ¿Es posible conocer al conocer?, o ¿Cuál es el conocimiento del conocimiento?
     Si se observa, esta estructura tiene un solo elemento, el Conocer, o el conocimiento que se duplica en dos funciones diferentes en la estructura: 1) El conocer como fundamento del problema en la estructura formulada, o lo que se quiere conocer, y 2) El conocer como dirección y objeto a la que apunta el conocer en su primera función.
     En el problema la dirección y la intención también es el conocimiento dirigido a dar respuesta al conocer en su primera función. Es decir, la estructura se resume en sólo 1 elemento, el conocer, que asume 4 funciones diferentes. 1) El conocer en su función de ser lo que se busca, 2) El conocer en su función de la respuesta, o lo que se plantea encontrar, 3) El conocimiento como dirección para la solución del problema y 4) El conocimiento como intención explicita de ser objeto del mismo conocimiento.
     El replanteamiento del problema constituye en esta nueva estructura y dirección verdaderamente el problema del conocimiento, si pudiéramos interpretar e hiciéramos hablar al conocimiento, en este problema, nos diría, a mi interesa conocerme, conocer como soy, cual es mi naturaleza, ese es mi problema principal.. Así, el auténtico problema del conocimiento es  del conocer al conocimiento, hacer del conocimiento objeto de sí mismo.

3.2. El Replanteamiento como un Cambio Radical del Problema
    El replanteamiento del problema del conocimiento realizado representa un cambio radical, revolucionario, en lo relativo al llamado problema filosófico del conocimiento, tal como lo sintetiza Federico Engels, al cambiar la estructura y la dirección del problema cambian las respuestas y cambia lo que está en medio de la pregunta y la respuesta, las comprobaciones, las demostraciones, los argumentos, es decir, cambia radicalmente todo. Cambia la estructura y la dirección, entonces, en la nueva estructura y dirección se dan nuevas respuestas, condicionados por las nuevas estructuras y direcciones, que determinan los límites para resolver el problema.
    No es lo mismo tratar de dar respuesta al problema de saber si el pensar es capaz de conocer al ser, pues, la respuesta está limitada por la estructura de la pregunta, que de dar respuesta al problema de conocer al conocimiento, pues, expresado así el problema tiene una nueva estructura y una dirección, diferente al planteamiento anterior. La diferencia puede sintetizarse en lo siguiente, en la primera estructura no es el conocimiento la base y el fundamento de lo que se quiere conocer, sino, lo es el pensamiento, en la segunda estructura el conocimiento se convierte en la base y el fundamento de lo que se quiere conocer, siendo, así, su planteamiento resulta el verdadero planteamiento del problema del conocimiento, y, en esta estructura y dirección expresa un cambio radical, revolucionario, respecto al planteamiento anterior, como representa un desafío diferente a resolver para el sujeto del conocimiento..
    
3.3. Los Efectos del Replanteamiento en el Universo del Conocimiento
     Los efectos del replanteamiento del problema del conocimiento son múltiples y se dan en cadena, en forma interrelacionada, y sistémica, es decir, van afectar a todo el universo del conocimiento. Desde el replanteamiento como un comienzo, ya se vislumbra efectos de Principios en el problema del conocimiento. El ensayo sólo se nos remite a estos efectos del comienzo, remitidos sólo al replanteamiento del problema del conocer, que hace 30 años constituyo para el autor un descubrimiento trascendente. 
     El primer efecto de Principio resultante del replanteamiento consiste en la separación del problema del conocimiento de la filosofía, es posible que los filósofos se sigan planteando el problema de la relación entre el ser y el pensar, pero, debe aclarse que este problema no es el problema del conocimiento. Libre de la filosofía el problema del conocimiento, debe buscar sus respuestas en sí mismo, en su propia naturaleza, es decir, el conocimiento del conocimiento debe darse en términos del mismo conocimiento.
    El segundo efecto de Principio producto del replanteamiento, es la determinación de un objeto de investigación en relación al problema, así, el universo que apunta esclarecer el problema está constituido del conocimiento, de los conocimientos, que se convierten en objeto de investigación.
    El tercer efecto de Principio a consecuencia del replanteamiento, es en relación al método o metodología para resolver el problema, abordar el objeto dado por el problema requiere de una dirección, de un camino, que están condicionados y limitados por la estructura del problema. El método se plantea para conocer al conocer y se limita a este cometido.
    Los efectos del replanteamiento son fundamentales, dan Principio y fundamento a la investigación dirigida al conocimiento del conocimiento. El ensayo concluye en el replanteamiento del problema, así, como el anterior ensayo, abre las puertas a un universo que aparentemente es supuestamente conocido pero cuya naturaleza requiere ser abordada en forma sistemática y progresiva.


IV
CONCLUSIONES

     Las conclusiones que resumen el presente ensayo son:

    4.1. El llamado planteamiento del problema del conocimiento, puede, como de hecho se da, seguir motivando a los filósofos su planteamiento, constituyendo un desafío a su pensar, en apariencia están abordando la posibilidad del pensar de conocer el ser, como el problema del conocimiento, sin embargo, en esencia, no es tal. En esta estructura, el problema es del pensar, no del conocer, es decir, el problema es de si el pensar puede conocer o no la realidad objetiva. En esta estructura las respuestas están condicionadas por la dirección del problema, y, al margen de los resultados, a favor o en contra, estas respuestas sólo al problema del pensar no del conocer. Entonces se hace necesario replantear el problema en su verdadera dimensión. 
    4.2. El replanteamiento del problema conlleva a una nueva estructura del problema y a una nueva dirección, radicalmente diferente a la expresada por Engels, es decir, al planteado por los filósofos, o a la forma filosófica, como una relación entre el ser y el pensar. La nueva estructura del problema tiene como base, objeto y dirección del problema del conocimiento al mismo conocimiento. Así, el replanteamiento del problema del conocimiento se resume en: Conocer al Conocer, ¿Es posible que el conocimiento logre conocer al conocimiento? Aquí, la estructura del problema tiene un solo elemento que adquiere funciones y connotaciones diferentes, el conocimiento es fundamento, objeto, y dirección. Lo que se plantea no es conocer si el pensar puede conocer al ser, sino, si el conocer puede conocer al conocimiento.
    4.3. Las consecuencias del replanteamiento del problema del conocimiento son radicales, revolucionarios, significan, en primer terminar darle al problema del conocimiento un objeto propio, un universo, producido por el mismo conocimiento, como es conocer al conocimiento. Así, se libera del problema gnoseológico de la filosofía, o deja de ser un problema filosófico para ser un problema científico con un universo propio. En segundo lugar, el cambio plantear una metodología diferente al de los filósofos para abordar a su objeto, es decir, para investigar al universo del conocimiento, o de los conocimientos. Así, el replanteamiento sólo es la puerta de entrada a la investigación científica del universo de los conocimientos, que supuestamente conocemos, pero, en esencia lo desconocemos.    

 .
REFERENCIA WEB

Engels, F. (1888). LUDWIG FEUERBACH Y EL FIN DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA ALEMANA. Marzo 11, 2017, de Biblioteca Virtual Espartaco 2000 Sitio web: https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm#indice

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