REPLANTEAMIETNO DEL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO
A PROPÓSITO DE LA OBRA DE FEDERICO ENGELS
LUDWIG FEUERBACH Y EL FIN DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA
ALEMANA
JULIO DURAND LAZO
IZCUCHACA – PERÚ. MARZO
DEL 2017
IDCC INSTITUTO PARA EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO
CREATIVO
PRESENTACIÓN
Este tercer ensayo sobre el problema del
Conocimiento, en cierto modo, es una continuación del ensayo acerca de la frase
SOLO SÉ QUE NADA SÉ, sin embargo, el ensayo puede ser abordado en sí mismo, en
su propia estructura. La diferencia entre uno y otro es de dirección, de sujeto
y de objeto. Así, el presente ensayo plantea un cambio radical de dirección en
relación al planteamiento del problema del conocimiento, asimismo, plantea un
cambio en la posición del sujeto, que asimismo implica un cambio radical
respecto a la posición del sujeto del conocimiento, y, por último, plantea un
cambio también radical en relación al objeto del problema del conocimiento.
Así, el ensayo representa un grado de mayor profundidad en relación al ensayo
anterior.
El ensayo aborda el II capítulo del escrito
filosófico de Federico Engels, Ludwig
Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, (Engels, F. 1888) en
relación al planteamiento del problema del conocimiento. Este obra fue
profusamente difundida en los años que hice, a partir de su análisis, el
replanteamiento del problema del conocimiento, además, constituyó la base de
los tratados y manuales de la teoría del conocimiento marxista. En la
actualidad es difícil encontrar el libro de Engels, pero, está junto con obras
de Engels en la WEB, de este sitio se asume para retomar su análisis y
replanteamiento.
El presente ensayo se debe considerar
nuevo, sin embargo, los resultados del replanteamiento del problema del
conocimiento se desarrollaron inmediatamente después de realizado el ensayo
sobre la frase atribuida a Sócrates, es decir, hace aproximadamente 30 años, en
esos años el replanteamiento formó parte de trabajo teórico sobre el enfoque
procesal del conocimiento. En esencia el ensayo actual es una reproducción del
replanteamiento expuesto hace tres décadas, la diferencia es su forma actual es
analítica. La exposición tiene un carácter metodológico, siguiendo una
dirección rigurosa, constituyéndose en parte del fundamento gnoseológico del
Instituto para el Desarrollo del Conocimiento Creativo, IDCC. Asimismo, con
estos ensayos se va creando la base de una cultura en relación al tratamiento
del conocimiento, especialmente es su aspecto creador.
I
EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA FILOSÓFICO
DEL CONOCIMIENTO EN ENGELS
En 1886 Engels en la obra, Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía
Clásica Alemana, plantea de forma resumida los dos grandes problemas de la
filosofía, de tal modo que establece los criterios para comprender y clasificar
a los filósofos y a sus obras.
1.1. El Primer Problema de la Relación
entre Ser y el Pensar.
El segundo capítulo de la obra, Engels
comienza con esta frase:
El
gran problema cardinal de toda la filosofía, especialmente de la moderna, es el
problema de la relación entre el pensar y el ser.
Es importante remarcar la parte final, donde el autor determina
a la relación entre el ser y el pensar como el principal problema de toda
filosofía.
Esta relación tiene dos connotaciones, el
primero es: el problema de saber qué es
lo primario, si el espíritu o la naturaleza,
Las respuestas dadas por los filósofos a
este primer problema hacían que, se
dividían en dos grandes campos, según la contestación que diesen a este
pregunta. Los que afirmaban el carácter primario del espíritu frente a la
naturaliza, y por tanto admitían, en última instancia, una creación del mundo
bajo una u otra forma,…, formaban en el campo del idealismo. Los otros, los
que, los que reputaban la naturaleza como lo primario, figuran en las diversas
escuelas del materialismo.
Este primer problema y sus soluciones dados por los
filósofos, constituye la parte ontológica del problema de la relación entre el
ser y el pensar, y no va ser objeto del presente ensayo. Sin embargo, se debe
señalar que este primer problema dio lugar a un ensayo publicado, por el autor,
Crítica a los Fundamentos de la
Concepción Marxista – Concepto de Filosofía, y, luego, a una extensa
exposición inédita bajo el título, Alfredo
Madrid y el Descubrimiento de la Filosofía. Lo que sí interesa es el
segundo problema de la relación entre el ser y el pensar, abordado por los
filósofos,
1.2. El Segundo Problema de la Relación
entre Ser y el Pensar.
Luego de abordar la primera parte del problema, Engels,
plantea la segunda parte del problema, en los siguientes términos: el problema
de la relación entre el pensar y el ser encierra, además, otro aspecto, a
saber:
¿Qué
relación guardan nuestros pensamientos acerca del mundo que nos rodea con este
mismo mundo? ¿Es nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real; podemos
nosotros, en nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una
imagen refleja exacta de la realidad? En el lenguaje filosófico, esta pregunta
se conoce con el nombre de problema de la identidad entre el pensar y el ser y
es contestada afirmativamente por la gran mayoría de los filósofos.
Después de exponer, como un ejemplo, la
forma como Hegel responde positivamente a esta cuestión, Engels, expone que, ‘hay otra serie de filósofos que niegan la
posibilidad de conocer el mundo, o por lo menos de conocerlo de un modo
completo. Entre ellos tenemos, de los modernos, a Hume y a Kant, que han
desempeñado un papel considerable en el desarrollo de la filosofía’.
Engels señala sobre esta negación del
conocimiento, que:
La refutación más contundente de estas
extravagancias, como de todas las demás extravagancias filosóficas, es la
práctica, o sea, el experimento y la industria’. En seguida el autor
expone: ‘Si podemos demostrar la
exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural reproduciéndolo
nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones, y sí,
además, lo ponemos al servicio de nuestros propios fines, damos al traste con
la ‘cosa en sí’ inaprensible de Kant.
Engels pone como ejemplos las sustancias vegetales
reproducidas por la química, y otros casos realizados por la ciencia.
Se ha reproducido la segunda parte del
problema entre el ser y el pensar, relativo al problema del conocimiento,
también, como lo señala el autor, conocido como el problema de la identidad
entre el ser y el pensar. Se ha dejado de lado los aspectos del contexto
histórico del texto que acompañan a este planteamiento, si bien son importantes
no afectan el presente análisis, los planteamientos tal conforme se reproducen
son el núcleo, el centro y el contenido del análisis y del replanteamiento del
problema del conocer.
II
ANÁLISIS
DE LA ESTRUCTURA DEL PROBLEMA Y SUS SOLUCIONES
2.1. La Estructura del Planteamiento.
Para este análisis se debe tener presente los elementos
que componen el Problema, son: 1) Relación, 2) Ser, 3) Pensar. Estos tres
elementos configuran los dos aspectos del problema. Como interesa el segundo
aspecto del problema, se debe añadir a esta estructura un cuarto elemento, el
4) Conocer.
El segundo problema cuando se plantea la
relación entre el Ser y el Pensar en forma interrogativa adquiere la siguiente
forma: ¿qué relación guardan nuestros
pensamientos acerca del mundo que nos rodea con este mismo mundo? Aquí el
cuarto elemento, el Conocer, está implícito, no aparece. Sin embargo la
interrogante, como toda interrogante, conduce a un tipo específico de
conocimiento, como es el de saber qué relación guarda el Pensar con el Ser, que
relación tienen los pensamientos, en términos del texto, con el mundo que nos
rodea.
Es importante, comprender que el problema
del conocer no puede salir de estos límites, de esta estructura de elementos,
puede reemplazarse la interrogante del segundo problema del Ser y al Pensar,
con otra variante como lo expone Engels:
¿Es
nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real; podemos nosotros, en
nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una imagen refleja
exacta de la realidad?
En esta variante el cuarto elemento el
saber o conocer está explicito, y el pensar se identifica con Ideas, Conceptos,
Imagen, Reflejo, y, el Ser equivale a mundo real. Esta variante no altera el
problema, ni los límites del problema del conocimiento planteado, sigue en
esencia en la misma dirección, en saber si el Pensar puede conocer el Ser.
Esta estructura es una constante, y es
importante comprender que Engels ha sintetizando la forma de plantear el
problema del conocer, planteado por los filósofos, a través de los siglos, lo
enmarca, o lo marca, y lo delimita, como un problema dado por la relación entre
el Ser y el Pensar, en relación a su identidad. En estos límites se expone como
el problema del conocer humano, si el pensar es capaz de conocer al Ser,
entendiendo al ser como mundo real que nos rodea, o la realidad objetiva.
La estructura del segundo problema, como
se señala, consta de 4 elementos, Relación, Pensar, Ser, Conocer. El problema
planteado en su forma interrogativa pone a estos 4 elementos en la siguiente
forma: ¿En la relación del Pensar con el Ser, el pensar es capaz de Conocer el
Ser? De los 4 elementos es el cuarto, el conocer, lo que da dirección y
determina la intención de la interrogación,
la dirección e intención es de conocer al Ser. Así, formulada la
pregunta, se determina y caracteriza por la dirección que sigue como el
problema gnoseológico, o el problema filosófico del conocer, el segundo
problema de la relación entre el Ser y el Pensar.
Al dirigirse en términos del Saber que se
quiere, del Conocimiento que se busca, se limita y configura el tipo de saber
que se demanda, como se expresa en si, ¿es capaz de conocer el pensar el ser?
Por la dirección y la intención que es
referida a la posibilidad del pensar de conocer del Ser, la formulación del
problema se le ha denominado como el
problema del conocer, así, la problemática de la relación entre el ser y el
pensar referida al conocimiento del Ser, se determina como el problema gnoseológico.
Formulada la interrogante, del modo como lo expone Engels, por su estructura, y
por su dirección e intención, limita y condiciona las respuestas de los
filósofos.
2.2.- Las Respuestas al Problema y sus
Límites
Las respuestas al problema así planteado,
están condicionadas por la estructura, la dirección e intención dados en la
pregunta, las respuestas no pueden exceder o sobrepasar estos límites, es
decir, las respuestas tienen que ser acordes y coherentes con la pregunta.
En la dirección e intención que encierra la
interrogante es que se determinan las respuestas. En el texto, Federico Engels
señala que todos los filósofos han dado respuesta a la pregunta ¿El pensar es
capaz de conocer al Ser? Se debe advertir, no es el propósito del presente
ensayo examinar las diversas respuestas dadas por los filósofos al problema del
conocimiento, sino, centrarnos en las respuestas expuestas por Engels.
El problema dado en la pregunta, conforme
lo expone Engels, sólo tiene dos respuestas, 1) Positiva, o afirmativa, 2)
Negativa, La primera respuesta corresponde a la afirmación de si es posible al
pensar conocer al ser, o al mundo que nos rodea, a la realidad objetiva. La
segunda es de carácter negativa, por negar en forma parcial o absoluta esta posibilidad
del pensar de conocer el ser, o la realidad.
Estas dos respuestas están condicionadas
por el carácter del planteamiento del problema del conocer, es decir, conforme
la estructura del problema son dos las respuestas, no pueden ser 3 ni más, también,
sólo se puede cada filósofo admitir una de las dos en su respuesta, Si o No,
una de las dos posibilidades, no las dos al mismo tiempo
En el intermedio, o en el medio, entre las
preguntas y respuestas, están los argumentos, las pruebas, las demostraciones,
las comprobaciones, las exposiciones, en favor de las respuestas. Tampoco,
corresponde al ensayo examinar los fundamentos de los filósofos en pro y en
contra de la posibilidad de conocer el pensar al ser. Sólo se debe reiterar que
están limitadas por la estructura de la pregunta, por la dirección y por la
intención, y constituyen escuelas y corrientes filosóficas en relación al
conocer.
Es necesario observar que Engels se
percata que las respuestas dadas por los filósofos, a través de la historia, no
sólo se dan por su puro pensar, sino, están condicionadas por los avances de la
ciencia, así, en el texto, demuestra como la ciencia, con sus descubrimientos y
logros en el conocer, permite dar fundamentos para demostrar que el pensar
puede conocer el ser.
2.3.- El error del Problema y sus
Respuestas
El análisis del problema planteado y de sus
respuestas conduce a determinar que hay un error de fondo, de contenido, que
manifiesta lo equivocado de identificar el segundo problema de la relación
entre el ser y el pensar y las respuestas, con el problema del conocimiento,
este problema y las respuestas no corresponde el problema al problema del
conocimiento.
Si se examina con cuidado la estructura y
la dirección del problema, en primer lugar, tenemos que no corresponde al
problema del conocimiento. Los elementos de la estructura, el Pensar, la
Relación, el Ser y el Conocer, al ser formulados en una interrogante, adquieren
la forma, ¿El pensar en su Relación con el Ser es capaz de conocerlo, o conocer
al Ser? En esta forma el aspecto principal de la pregunta no es el conocer sino
es el Pensar, es sobre el Pensar que recae la pregunta. En segundo lugar, el
aspecto al que se vincula al pensar, tal como plantea la pregunta, es al Ser,
es decir, se interroga si el Pensar es capaz de conocer al Ser.
En esta estructura el Conocer sólo da
dirección a estos elementos, pero, no da dirección a su propia naturaleza, es
decir, no es su problema, es el problema del pensar, se trata de conocer si el
pensar es capaz de conocer al ser, así, no es el problema del conocimiento.
Así, el 4 elemento, el conocer, sólo da
dirección e intención al llamado problema de conocer, si el pensar puede
conocer el ser, pero en esta dirección no se dirige al problema de conocer en
sí mismo, es decir a conocer al conocimiento mismo.
Llegado a este punto, se debe considerar
al problema planteado por Engels, por los filósofos, como un problema relativo
a la relación entre el ser y el pensar, pero, no es el problema del
conocimiento.
Las respuestas dadas a este mal llamado
problema del conocer, sólo pueden ser del problema planteado, no pueden salirse
de la estructura y de los límites de su formulación, por lo tanto, al no ser
las respuestas del verdadero problema del conocer, contienen el mismo error
detectado en el problema.
Las afirmaciones afirmativas son relativas
a que es posible conocer el ser, y no de otra cosa, las afirmaciones negativas
niegan esta posibilidad. Con estas respuestas no se ha resuelto el problema del
conocer en sí mismo, en tanto conocer.
El error ha sido identificar pensar con conocer en forma
absoluta, y así, al plantear la posibilidad
del pensar de conocer el ser, se trata de determinar este problema como
del conocer. En sí mismo el problema del conocer no puede estar condicionado y
limitado por la relación entre el ser y el pensar, como si el problema del
conocer estaría dada en los límites de esta relación. Entonces, el problema del
conocer requiere de una nueva estructura, de nuevos límites, y de una nueva
dirección e intención.
III
EL
REPLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO
3.1. El replanteamiento del Problema
Se debe advertir respecto del problema mal
llamado gnoseológico, que en sí representa un reto, y se ha formulado, en las
más diversas condiciones y circunstancias históricas, en la estructura y
dirección señaladas. No es que el problema este mal planteado, no se trata aquí
de una nueva paradoja, sino, no es el verdadero problema del conocimiento, y es
posible que su planteamiento se siga dando, pero, es necesario aclarar que este
es un problema sólo de la posibilidad del pensar para conocer el ser, sea cual
sean las respuestas es y será siempre sobre este punto, entonces, se hace
necesario replantear el problema del conocimiento.
Aquí a diferencia de la frase atribuida a
Sócrates, expuesta en el ensayo anterior, no se trata de hacer variantes a la estructura
del problema, sino, es necesario reformular el planteamiento en una nueva
estructura, en una nueva dirección, con una intención coherente a la estructura
y dirección planteada. Por ello, es necesario dejar a un lado el mal llamado
problema del conocimiento, como un desafío a los pensadores, y, se debe
replantear el verdadero problema del conocimiento.
El replanteamiento del problema del
conocimiento se da con la siguiente estructura:
¿Es posible conocer al conocer?, o ¿Cuál es
el conocimiento del conocimiento?
Si se observa, esta estructura tiene un
solo elemento, el Conocer, o el conocimiento que se duplica en dos funciones
diferentes en la estructura: 1) El conocer como fundamento del problema en la
estructura formulada, o lo que se quiere conocer, y 2) El conocer como
dirección y objeto a la que apunta el conocer en su primera función.
En el problema la dirección y la intención
también es el conocimiento dirigido a dar respuesta al conocer en su primera
función. Es decir, la estructura se resume en sólo 1 elemento, el conocer, que
asume 4 funciones diferentes. 1) El conocer en su función de ser lo que se
busca, 2) El conocer en su función de la respuesta, o lo que se plantea
encontrar, 3) El conocimiento como dirección para la solución del problema y 4)
El conocimiento como intención explicita de ser objeto del mismo conocimiento.
El replanteamiento del problema constituye
en esta nueva estructura y dirección verdaderamente el problema del
conocimiento, si pudiéramos interpretar e hiciéramos hablar al conocimiento, en
este problema, nos diría, a mi interesa conocerme, conocer como soy, cual es mi
naturaleza, ese es mi problema principal.. Así, el auténtico problema del
conocimiento es del conocer al
conocimiento, hacer del conocimiento objeto de sí mismo.
3.2.
El Replanteamiento como un Cambio Radical del Problema
El replanteamiento del problema del
conocimiento realizado representa un cambio radical, revolucionario, en lo
relativo al llamado problema filosófico del conocimiento, tal como lo sintetiza
Federico Engels, al cambiar la estructura y la dirección del problema cambian
las respuestas y cambia lo que está en medio de la pregunta y la respuesta, las
comprobaciones, las demostraciones, los argumentos, es decir, cambia
radicalmente todo. Cambia la estructura y la dirección, entonces, en la nueva
estructura y dirección se dan nuevas respuestas, condicionados por las nuevas
estructuras y direcciones, que determinan los límites para resolver el
problema.
No es lo mismo tratar de dar respuesta al
problema de saber si el pensar es capaz de conocer al ser, pues, la respuesta
está limitada por la estructura de la pregunta, que de dar respuesta al
problema de conocer al conocimiento, pues, expresado así el problema tiene una
nueva estructura y una dirección, diferente al planteamiento anterior. La
diferencia puede sintetizarse en lo siguiente, en la primera estructura no es
el conocimiento la base y el fundamento de lo que se quiere conocer, sino, lo
es el pensamiento, en la segunda estructura el conocimiento se convierte en la
base y el fundamento de lo que se quiere conocer, siendo, así, su planteamiento
resulta el verdadero planteamiento del problema del conocimiento, y, en esta
estructura y dirección expresa un cambio radical, revolucionario, respecto al
planteamiento anterior, como representa un desafío diferente a resolver para el
sujeto del conocimiento..
3.3. Los Efectos del Replanteamiento en
el Universo del Conocimiento
Los efectos del replanteamiento del
problema del conocimiento son múltiples y se dan en cadena, en forma
interrelacionada, y sistémica, es decir, van afectar a todo el universo del
conocimiento. Desde el replanteamiento como un comienzo, ya se vislumbra
efectos de Principios en el problema del conocimiento. El ensayo sólo se nos
remite a estos efectos del comienzo, remitidos sólo al replanteamiento del
problema del conocer, que hace 30 años constituyo para el autor un
descubrimiento trascendente.
El
primer efecto de Principio resultante del replanteamiento consiste en la
separación del problema del conocimiento de la filosofía, es posible que los
filósofos se sigan planteando el problema de la relación entre el ser y el
pensar, pero, debe aclarse que este problema no es el problema del
conocimiento. Libre de la filosofía el problema del conocimiento, debe buscar
sus respuestas en sí mismo, en su propia naturaleza, es decir, el conocimiento
del conocimiento debe darse en términos del mismo conocimiento.
El segundo efecto de Principio producto del
replanteamiento, es la determinación de un objeto de investigación en relación
al problema, así, el universo que apunta esclarecer el problema está
constituido del conocimiento, de los conocimientos, que se convierten en objeto
de investigación.
El tercer efecto de Principio a
consecuencia del replanteamiento, es en relación al método o metodología para
resolver el problema, abordar el objeto dado por el problema requiere de una
dirección, de un camino, que están condicionados y limitados por la estructura
del problema. El método se plantea para conocer al conocer y se limita a este
cometido.
Los efectos del replanteamiento son
fundamentales, dan Principio y fundamento a la investigación dirigida al
conocimiento del conocimiento. El ensayo concluye en el replanteamiento del
problema, así, como el anterior ensayo, abre las puertas a un universo que
aparentemente es supuestamente conocido pero cuya naturaleza requiere ser
abordada en forma sistemática y progresiva.
IV
CONCLUSIONES
Las
conclusiones que resumen el presente ensayo son:
4.1. El llamado planteamiento del problema del
conocimiento, puede, como de hecho se da, seguir motivando a los filósofos su
planteamiento, constituyendo un desafío a su pensar, en apariencia están
abordando la posibilidad del pensar de conocer el ser, como el problema del
conocimiento, sin embargo, en esencia, no es tal. En esta estructura, el
problema es del pensar, no del conocer, es decir, el problema es de si el
pensar puede conocer o no la realidad objetiva. En esta estructura las
respuestas están condicionadas por la dirección del problema, y, al margen de
los resultados, a favor o en contra, estas respuestas sólo al problema del
pensar no del conocer. Entonces se hace necesario replantear el problema en su
verdadera dimensión.
4.2. El replanteamiento del problema conlleva a
una nueva estructura del problema y a una nueva dirección, radicalmente
diferente a la expresada por Engels, es decir, al planteado por los filósofos,
o a la forma filosófica, como una relación entre el ser y el pensar. La nueva
estructura del problema tiene como base, objeto y dirección del problema del
conocimiento al mismo conocimiento. Así, el replanteamiento del problema del
conocimiento se resume en: Conocer al Conocer, ¿Es posible que el conocimiento
logre conocer al conocimiento? Aquí, la estructura del problema tiene un solo
elemento que adquiere funciones y connotaciones diferentes, el conocimiento es
fundamento, objeto, y dirección. Lo que se plantea no es conocer si el pensar
puede conocer al ser, sino, si el conocer puede conocer al conocimiento.
4.3. Las consecuencias del replanteamiento del
problema del conocimiento son radicales, revolucionarios, significan, en primer
terminar darle al problema del conocimiento un objeto propio, un universo,
producido por el mismo conocimiento, como es conocer al conocimiento. Así, se
libera del problema gnoseológico de la filosofía, o deja de ser un problema
filosófico para ser un problema científico con un universo propio. En segundo
lugar, el cambio plantear una metodología diferente al de los filósofos para
abordar a su objeto, es decir, para investigar al universo del conocimiento, o
de los conocimientos. Así, el replanteamiento sólo es la puerta de entrada a la
investigación científica del universo de los conocimientos, que supuestamente
conocemos, pero, en esencia lo desconocemos.
.
REFERENCIA WEB
Engels, F. (1888). LUDWIG FEUERBACH Y EL FIN DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA
ALEMANA. Marzo 11, 2017, de Biblioteca Virtual Espartaco 2000 Sitio web: https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm#indice
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