INSTITUTO PARA EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO CREATIVO IDCC
INTERRELACIÓN Y SISTEMA DE LOS PROCESOS DEL CONOCIMIENTO SIMPLE
PRESENTACIÓN
El presente ensayo es el último sobre los PCS, del nivel más simple, primario y elemental del universo del C, su comprensión requiere tener presente los ensayos anteriores, sin embargo, con la intuición también se podrá tener una imagen y visión de estos procesos, cuando en forma natural, espontaneo y necesario conforman un gran sistema en expansión, con sus movimientos, ascendente y descendente, de crecimiento y de destrucción, generándose un sistema en un equilibrio relativo.
Se debe advertir que para llegar a desarrollar esta visión del conocimiento, se ha tenido que abandonar el clásico problema del conocer vinculado a su posibilidad de conocer o no, condicionado por las posibilidades el pensar y la conciencia. Al dejar de lado el problema de sí el pensar puede o no puede conocer al ser, como un problema de la relación entre el Ser y el Pensar, se asume el verdadero problema del conocer, como es Conocer al Conocer, entonces, se despliega este conocimiento tal como se ha expuesto en cada uno de los ensayos presentados. Este último ensayo es sólo consecuencia de esta orientación, es la parte final de la cadena deductiva de la nueva teoría del conocer. Cada ensayo ha sido expuesto en forma directa, es posible se realicen desarrollos y advertir aspectos en detalle en cada uno de los PCS, pero, tal como se exponen es suficiente para los objetivos propuestos.
Con esta breve presentación, se expone el último ensayo de la teoría procesal del conocimiento en su nivel simple. No está demás advertir que el nivel simple es la base para comprender las posibilidades del Conocer en su complejidad, teniendo presente que lo complejo del conocer no es otra cosa que el desarrollo sobre la base de lo simple.
I
EL PPCS EL PRINCIPIO DE LAS INTERRELACIONES
Se comienza por el principio y este es el PPCS, sin este proceso no existiría el C ni en su nivel simple ni en su nivel complejo. Sencillamente no existiría nada en relación a lo que llamamos conocer, este universo estaría vacío, de ahí, que de los cinco PCS descritos, en forma sucesiva, los cuatro restantes requieren del primero, mientras que este sólo requiere de sí mismo, de su propia desarrollo para llegar a producir el C.
Por tanto, las interrelaciones de los PCS, el sistema del CS, toda la expansión del universo del C, tienen un solo principio, un solo inicio, en el tiempo y en el espacio, y, esto se produce cuando por primera vez se despliega un PPCS. Es un hecho que este primer PPCS se ha dado, de lo contrario no existiría el C, y, para la teoría procesal del conocer es importante remarcar y señalar que hay un inicio en el universo del C, un comienzo donde aparece un primer PPCS, y, con ello surge el universo del C. Si se quisiera imaginar este universo, en momentos sucesivos de su desarrollo, en el inicio ubicaríamos a un solitario PPCS, dando comienzo a todo. Ahora, debemos intentar comprender los sucesivos momentos del desarrollo del C, luego del surgimiento de este PPCS como su inicio.
1.1. Condición para el Inicio del C del PPCS.
Lo que se debe advertir del inicio del C, si bien la abstracción nos permite separarlo y determinarlo en su relativa pureza, es situarlo en función de la condición para su surgimiento. El C siempre ha estado vinculado y relacionado a la vida en todas sus formas. Por tanto, el surgimiento del C está unido al surgimiento de la vida, de tal modo, que constituyen una correlación directa y necesaria entre la vida y el C. Si se da está correlación, entonces, la condición para que surja el primer C, el primer PPCS, está unido necesariamente a la vida, como una consecuencia necesaria, el C como un medio importante para la vida.
Así, queda resuelto el problema del primer C, o el primer PPCS, pues está ligada al universo de los seres vivientes, y este primer C coincide con el inicio de los seres vivos. El haberse desarrollado el PPCS como algo necesario a los procesos de los seres vivos, es sólo una consecuencia de esta ligazón. Sin la vida, sin seres vivos, no hay conocimientos, la condición para que surja el C es la vida, pero, debe remarcarse que el C tiene su propia naturaleza, su propio universo, sus propios procesos. De ahí, en relación al ser vivo, el C es un medio, un recurso, para poder ser utilizado o dirigido a sus propios procesos. Con esta advertencia, asumimos a la vida como condición de la existencia del C, por estar unidos genéticamente, el primer C debe coincidir con el primer movimiento del primer ser vivo, en función de hacer nacer al C, en su proceso biológicos.
Se debe advertir que en este inicio todavía no se han desplegado el pensamiento ni el lenguaje, es decir, nos situamos ante un ser vivo primitivo y un C primitivo, sin embargo, eso no significa que los movimientos del primer PPCS sean esencialmente diferentes a los que hasta ahora se están dando, sólo, que se debe reemplazar a los pensamientos por los reflejos y las proyecciones, actos inherentes al ser del C, y siempre unidos a los seres vivos. Reflejos y proyecciones, en los movimientos del ser vivo, conforman el proceso primitivo y simple del C, su inicio, principio, solitario, único de lo que será en su desarrollo un sistema en expansión de los PCS.
1.2. Los Inicios de los PCS y sus Límites. El Primer Momento.
Así como la condición del primer C es el universo de la vida, de los seres vivos, también el desarrollo de la vida va determinar los límites de las formas en que se desarrolla el CS. Y se debe considerar tres grandes momentos, que si bien no están separados en forma nítida, por motivos de la exposición de la teoría se debe diferenciarlos, teniendo presente, el aspecto histórico. El primero aparece en el tiempo, pero, después los tres momentos se confunden e interrelacionan. El primer momento es de la vida biológica sin lo social, el segundo y el tercer momento es de la vida social. El primer momento le imprime un sello al desarrollo del conocer, y el segundo y el tercer momento potencia y eleva el conocimiento a posibilidades ilimitadas.
En el primer momento el conocimiento se produce y se desarrolla en función de los seres vivos en su lucha por sobrevivir, en condiciones de vida y muerte, de luchar para vivir, y luchar para conservar la especie. Y este carácter de los seres vivos limita y condiciona el ser del C, la PPCS está sujeto y al servicio de estas necesidades. Los conocimientos producidos son para sobrevivir, para luchar para vivir, y, son conocimientos para hacer que la especie se conserve, trascienda. En esta forma el C desarrolla universos paralelos, lineales, exclusivos y limitados a cada especie de seres vivos, siendo C inclusivos para una especie y C exclusivos de esta especie, el conocimiento de un ser vivo, de su especie, no lo es para otra especie. Así, en el primer momento se tiene Universos de C relativamente paralelos y limitados por el número de especies vivas existentes. Así, se debe determinar que cada universo de CS es inclusivo y exclusivo de una especie viva y existen tantos CS como especies vivas.
En el primer momento se da los cinco PCS, teniendo como base los PPCS, sin embargo, estos cinco PCS forman cadenas paralelas en relación a cada especie viva, y como cada cadena solo sirve a la especie viva, no hay modo de generar un sistema entre estos conocimientos limitados a la lucha por la vida, la sobrevivencia y la conservación de la especie. Se podría decir, que el CS está condenado a ser y estar sólo en los límites de cada especie viva, así, el PPCS, el PCCS, el PRCS, el PTCS y el PUCS, se dan interrelacionando en los límites de cada especie viva, siendo exclusivos de estas especies. El primer momento del desarrollo es su dependencia de la especie más que del ser vivo, y, su desarrollo está codificado en la genética del ser vivo, se manifiesta con su instinto y se afirma como experiencias de vida. Salir de este mundo de paralelismos de C, hacía un sistema donde los C puedan interrelacionarse corresponde al segundo momento del desarrollo del CS.
1.3. Los Inicios de los PCS y sus Límites. El Segundo y el Tercer Momento.
Es el segundo momento es el que realmente ha permitido al conocimiento ser en niveles de gran flexibilidad y complejidad, es el momento de los seres vivos sociales y en especial del ser humano, que resulta el ser social en sumo grado. En el primer nivel, el CS son reflejos y proyecciones que se estructuran para hacer que los seres vivos sobrevivan, y, conservan su especie. Son estructuras elementales manifiestas en comportamientos que se reproducen de generación en generación, y su éxito depende de la relativa estabilidad de las condiciones. Cambios radicales en las condiciones del ser vivo, conllevan a nuevos CS, o a la muerte del ser vivo y hasta de la especie. Este conocimiento totalmente dependiente de los seres vivos y de sus especies, encapsulados en las cargas genéticas biológicas, forma microsistemas paralelos y no encuentra las formas de diversificarse, expandirse, crecer, e interrelacionarse, formando grandes sistemas. Este aspecto corresponde al segundo momento, a la vida social.
Sobre la vida social he desarrollado en forma sistemática desde su principio la teoría de lo social, no creo que sea necesario en este nivel desarrollar, sino, sólo lo elemental, con la misma convicción de que la intuición de lo social va contribuir a este comprensión. Mientras lo biológico no se da en forma social, es elemental, sus reproducciones son directas, por divisiones, esporulaciones, pero, lo social implica un aspecto fundamental, que el ser biológico, el ser vivo no puede ser por sí mismo, se ha vuelto limitado biológicamente, o deficiente para realizar por sí mismo funciones fundamentales como la reproducción de la vida. Ser social es por otro, con otro, en otro, para otro. Es en esta tensión del ser vivo de ser por otro, en otro u otros, que los C logran también iniciar un proceso de liberación del ser biológico, encuentran el mecanismo de liberarse para también ser sociales, es decir, el C deja de ser y estar solo en un ser vivo, para ser en otros seres vivos, por los procesos sociales.
El segundo y tercer momento implica que el C, en los seres vivos sociales, se relaciona, a su vez, a procesos sociales, que sólo se pueden darse con grados de diversificación de los procesos, de tal modo, que cada nuevo proceso social implica un nuevo proceso de C, cuando lo social se convierte en sistema de seres vivos que se complementan entre sí, a su vez el C se convierte en sistema en correspondencia a estas complementaciones. Y cuando lo social se convierte en un sistema de sistemas, en que un sistema social se complementa con otro sistema social, entonces también el C deviene en sistema de sistemas, siempre en una correlación directa y proporcional a lo social. Y cuando lo social se libera relativamente de las limitaciones biológicas, también el C se libera de estas limitaciones. Así, se puede determinar con el surgimiento de lo social, no en paralelo, sino en complementación y en interrelación se produce el surgimiento del C en los niveles de igual complejidad de la sociedad.
Lo que se debe observar que ambos procesos, el social y del C, se han dado teniendo a los seres vivos como piezas claves en su creación y desarrollo, pero, el conocimiento en ambos procesos no han sido conscientes, por lo mismo que el ser vivo es social, o los seres vivos son sociales en forma natural y necesaria, y, esta naturaleza social le es difícil comprender, y son seres sociales como lo son los peces en el agua, sólo sienten su ser acuático cuando son sacados del agua. Y lo señalado a los seres sociales se puede señalar respecto a los C en este segundo momento, es decir, los seres vivos lo han producido en forma natural, como un universo en expansión envuelto y dentro de lo social. Es la teoría de lo social que explica lo social, y es la teoría procesal del conocer lo que explica al C como un universo especial y diferente.
La visión de estos procesos del C, en los seres vivos y en los seres sociales, en sus correlaciones directas, para llegar a ser un sistema complejo, un universo en expansión, con sus equilibrios naturales, se expone en este último ensayo, sobre la base de los anteriores ensayos, señalando que corresponden al nivel simple del C.
II
EL PPCS COMO PRINCIPIO Y LOS OTROS PCS
2.1. El PPCS un Inicio del universo del C con un Principio Solitario
En el inicio del Sistema está un C solitario, como su comienzo histórico y también lógico, como una tensión y una tendencia, un producto y un producir. Este C primero comienza con el PPCS, dado conforme se señala cuando el ser vivo lo produce. Se debe advertir que este C primitivo, no tiene las formas del C simple actual. Se le podría determinar como puros reflejos y proyecciones, pero, si si se hace el seguimiento de este proceso, con la imaginación, no son cualquier reflejo, o cualquier proyección, tienen la característica de ser reflejos con dirección, con forma, no en sí mismos, sino, en la dirección de la captura y ser reflejo de una realidad, es decir, encaminados a ser C. Sobre este C primitivo sólo cabe decir, que, por la misma naturaleza del C, es negativo, tal como lo determinamos, un PPCS, no da de inmediato un C positivo o verdadero. Y por tanto el primer CS simple, de todo el sistema es de un C negativo. Así, en el inicio de todo el sistema del C está el primer PPCS, de carácter negativo.
Los sucesivos intentos dados por el ser vivo para lograr hacer que sus reflejos proyecten C positivo, o verdadero, han sido necesarios, como lo hemos descrito y explicado al tratar el PPCS. Entre el C negativo, primero, segundo, tercero, n, y el conocimiento positivo y verdadero se da sucesivos PPCS. Cuando surge el primer C + se tiene el primer eslabón de la cadena de interrelaciones del CS. Entonces debe diferenciarse entre el primer PPCS, negativo, y sus ensayos también negativos y el primer PPCS +, que sirve de base y eslabón para la interrelación con los otros procesos.
2.2. La Necesidad de un Segundo Proceso PCCS
El segundo PCS, relativo a la conservación del C, o PCCS, de hecho como se ha expuesto tiene su base en el PPCS, no es lógico conservar lo que no existe, y para ello el PPCS tiene que producir un C para su conservación. De hecho, la relación así es genética, un proceso está unido al otro. Si se tiene en cuenta, el PCCS no es sólo de los C + sino también de los conocimientos negativos, que los seres vivos lo traducen como malas experiencias. Pero, la conservación de C negativos sólo tiene la función de no volverlos a producir o repetir, y no para ser reproducido.
Lo expuesto en el PCCS, teniendo como punto crítico la necesaria separación del C de su objeto, de su ser orgánico con su objeto, como de la necesidad de un medio de conservación u fijación, son importantes a tener en cuenta. El PPCS si bien es cierto produce el C, de nada sería útil este C sino hubiera un proceso destinado a su conservación. Lo que PCCS hace es permitir que el ser vivo no esté en un círculo vicioso de PPCS del mismo tipo o clase. Una vez producido el C, por su necesidad e importancia, debe conservarse, fijarse, para no estar volviendo al proceso zigzagueante de producirlo con ensayos de C negativos- En el primer momento del desarrollo del C, esta conservación se da en el ser vivo como especie, es decir, se vuelve parte de la codificación genética del ser vivo. Lo que fija y conserva el ser vivo no son los C negativos, sino, el C+ que conduce directamente a la satisfacción de sus necesidades. Entonces nos situamos en forma orgánica en el tercer proceso, el PRCS.
2.3. La Necesidad de un Tercer Proceso PRCS
Nuevamente el PRCS nos remite al PPCS, no se puede reproducir lo que no se ha producido, y, no se puede reproducir lo que no se conserva, o se ha destruido. Y como lo producido no se conserva en forma orgánica, sino, un C abstracto, separado de su objeto, el PRCS se convierte en un proceso encargado de volver a poner al C en una relación concreta y orgánica con su objeto. Así, el PRCS, en cierto modo es el PPCS sin los ensayos que producen C negativos.
Aquí descubrimos un aspecto esencial del C, su reproducir es cíclico, y, como tal tiene su fundamento en la necesidad a su vez cíclica de los procesos biológicos o de los seres vivos, de tal modo que el C acompaña en forma necesaria a estos procesos vitales, que su reproducir se convierte en un proceso cíclico en relación al tiempo. De este modo, tenemos tres eslabones del CS, el primero es básico dado por el PPCS, el segundo sostenido por el primero, que es el PCCS, donde lo producido se fija y conserva en forma separada de su objeto, y el tercer eslabón constituido por reproducir el primer eslabón en forma directa, volviendo a poner al C en forma concreta y orgánica. Y como el proceso tiene un carácter cíclico, entonces, los tres eslabones inician un proceso de interrelaciones cíclicas, hasta su final, que estará limitado por el final del ser vivo o seres vivos que lo impulsan.
Otro aspecto a tener en cuenta en el PRCS es la necesidad de la invariabilidad de las condiciones que permiten la reproducción del CS, es decir, que los seres vivos también reproduzcan en forma similar cada proceso vital, para así hacer coincidir los PCS, en función de su satisfacción. Sin embargo, siempre se da variantes entre ciclo y ciclo, siendo de grados no significativos, de tal modo, que el PRCS , logra a pesar de estar variaciones concretar la unidad orgánica del C con su objeto. Si las variaciones llegan a ser radicalmente diferentes, entonces, se corta el PRCS, para iniciarse un nuevo proceso de producción, es decir, un nuevo PPCS. Lo que se reproduce tiene la ventaja de la comprobación cíclica de la verdad, por ello, puede no sólo transmitirse genéticamente de generación a generación dando lugar a comportamientos instintivos, se debe entonces señalar que el PRCS es la base del cuarto proceso el PTCS.
2.4. La Necesidad de un Cuarto Proceso PTCS
El cuarto proceso del CS simple está en relación a los tres momentos del desarrollo del conocer, el primero es el transmitir el C en los procesos genéticos de los seres vivos, en los límites de cada especie, este nivel conduce a universos paralelos del C, cada uno propio de la especie. Los otros momentos son la transmisión de los C en los seres vivos sociales, y la transmisión social del C. Este es el momento decisivo del C para ser un sistema en expansión ilimitado de interrelaciones.
El PTCS al igual que los procesos anteriores requiere de la producción del C, no es posible transmitir un C que no existe, por tanto, siempre el PPCS está en el principio y es condición para los otros procesos, la cadena del C así se mantiene. También es importante para el PTCS que se conserve el C, no se puede transmitir lo que no se conserva, y, también que el C se reproduzca o sea cíclico, es decir, no se puede transmitir lo que no se está reproduciendo. Así, nos encontramos con una cadena de relaciones e interrelaciones que se sostienen mutuamente.
En el PTCS como se expuso, el C se vuelve social, es decir, un ser vivo para conocer es por otro, con otro, en otro, y para otro ser vivo, y, así, el conocimiento pasa de un ser a otro ser, puede iniciar una cadena de C que tienda al infinito, y puede realizarse no sólo unidireccionalmente, sino en múltiples direcciones. Y lo importante, un conocimiento al transmitirse no desaparece en el ser que lo transmite, sino se sigue conservando, así, un C puede ser en muchos y seguir siendo el mismo, dándose la posibilidad de un transitar inagotable. Pero como no se da un C sino una diversidad de conocimientos, esta diversidad se transmite en múltiples direcciones sin desaparecer de los seres vivos que lo transmiten. Así, por obra de lo social el C se libera de los paralelismos, puede ser no sólo dentro de una especie sino pasar de una especie a otra, y, también constituir sistema de sistemas, se produce por los PTCS en los seres vivos sociales un universo de C conformando un sistema de sistemas, en interrelaciones y vinculaciones abiertas y en crecimiento constante.
En toda la complejidad del Universo del C, se sigue explicándose por los procesos expuestos, no cambian sus etapas y fases, y se mantienen en sus características. Así, el PTCS, no en su transmisión misma, requiere siempre ser verificado y comprobado, el ser que transmite da un C abstracto, separado del objeto, por ello el ser que recibe el C necesita comprobarlo. Así, se tiene que abordar el último proceso del CS, el uso o la aplicación del C o el PUTCS,
2.5. La Necesidad de un Quinto Proceso PUCS
En la teoría procesal del C, se expone el nivel de la aplicación o utilización del C, en un quinto lugar, sólo por motivos de la exposición, como el PUCS, en el nivel simple la utilización, el ser instrumental, del C está desde sus inicios, de tal modo, que no existe PCS que no tenga un carácter de necesidad, de utilidad. Sin embargo, en este nivel deben distinguirse dos momentos del uso del C, el primero se confunde y se identifica con el PPCS, y el segundo, se confunde y se identifica con el PRCS. En el primer momento el C útil se está creando, o produciendo, por tanto, prima la producción, así, se le debe examinar bajo esta perspectiva, y, así, todo lo expuesto en el PPCS se cumple en el PUCS, y, sólo se debe añadir que este CS que se está produciendo tiene un fin útil, va conllevar a satisfacer necesidades del ser vivo.
Es en los procesos cíclicos del CS que lo determinamos como el quinto proceso, PUCS, donde son determinados los C en su aspecto de uso, y, para tal deben existir, deben conservarse, como reproducirse y transmitirse. Así, el PUCS es parte de la cadena de los PCS, de sus interrelaciones. Lo que caracteriza este proceso es su estructura de usos, en un proceso, donde no es un solo C sino varios los que entran a ser usados, diferenciando los C como medios, orientadores, en un proceso en que se da una serie de actos intermedios antes de llegar al fin propuesto, que corresponde al PUCS. Así, en este proceso ya aparece un encadenamiento de C positivos que se despliegan para concretar un fin, o una necesidad, del ser vivo. Y en un proceso compuesto de C positivos encaminados a un fin, también nos lleva a determinar a los otros procesos como condiciones y base para el PUCS, así, cada C como medio, orientador, intermediario, ha requerido ser producido, conservado, reproducido, generando una interrelación de los procesos del C en el nivel simples, que nos lleva a descubrir la dialéctica del C.
III
LA DIALECTICA DE LOS PROCESOS DEL CONOCER SIMPLE
Si bien en los PCS se sitúa al PPCS como el principio y comienzo no sólo de todo el universo del C, sino, el principio y comienzo de un nuevo PCS, sin embargo, cuando ya el PPCS se ha producido se da los otros procesos en una dialéctica del C donde cada proceso se niega y supera en el otro, y, cada proceso sirve de base para el siguiente.
3.1. La Dialéctica entre el PPCS y el PCCS
Una vez dado el PPCS, se plantea al C su negación o su conservación, su deshacerse o desestructurarse o mantenerse. De hecho las dos alternativas se dan, pero, la primera lleva a la negación absoluta del CS, si el conocimiento pasa a destruirse entonces el conocimiento pasa al no ser, mientras que la segunda alternativa conlleva a conservar el conocimiento, y, así, a la continuidad del contener. Sin embargo, producir no es conservar, como viceversa, el conservar requiere de un proceso diferente, así, entre el PPCS y el PCCS se da las diferencias, tanto en sus etapas como en sus estructuras. La unidad entre ambos procesos se da porque el PCCS sólo puede conservar lo producido, por tanto, se enlaza con el producto del PPCS, así, se produce la unidad entre ambos procesos, teniendo al C, como producto, al elemento que los une, e interrelaciona.
Si ya vemos el conjunto, ambos procesos no están separados, ni son excluyentes, así, comprendemos la dialéctica entre el PPCS y el PCCS, y, desde una visión de ambos, se da también, una vez producidos y conservados los C, la mutua condicionalidad, el PPCS es condición del PCCS, y, el PCCS, en relación al conjunto de C conservados es condición para los PPCS. Así, no en una sólo dirección del PPCS al PCCS, sino, también en una diversidad de direcciones se da la unidad entre ambos procesos. Así, estamos en una dialéctica multidireccional de los dos procesos. Sin embargo, siempre el PCCS será un proceso diferente, que requiere la separación del C de la unidad con el objeto, mientras que el PPCS es un proceso que lleva a la unidad orgánica entre el C y su objeto.
3.2. La dialéctica entre el PPCS, el PCCS, y el PRCS.
De modo similar a lo expuesto en relación a los PPCS y PCCS se da entre estos procesos y el PRCS, es decir, se produce la unidad dialéctica entre estos procesos, siendo diferentes están atravesados en forma unitaria y encadena. Así, para que se dé el PRCS es necesario el PCCS, pues, no se puede reproducir lo que no se conserva, y, a su vez es necesario el PPCS, también no se puede reproducir lo que no se produce. Más aún, tienen un punto de unidad que es el C alcanzado en el PPCS, este C asume la forma de verdad concreta en el PPCS, se conserva bajo la forma abstracta y separada de su objeto en el PCCS, y, en el PRCS este C vuelve a reproducirse en forma concreta y orgánica con su objeto.
Cada PCS se desarrolla sobre la base del otro, y cada uno tiene un carácter diferente sin dejar de estar unidos por el C, el primero por ser creador esta mediado por CS negativos, tiene un discurrir zigzagueante, el segundo, por ser un conservar, tiende a conservarse y mantenerse en un estado latente, mientras que el tercero por ser un reproducir tiende a ser igual al PPCS sin los procesos de conocer negativos, es decir, tiene una dirección directa a la verdad concreta, pero, por estar condicionado por las necesidades cíclicas de los seres vivos, el PRCS, tiende a curvarse para adquirir el movimiento de ciclos.
3.3. La dialéctica entre los PPCS, PCCS, PRCS y PTCS.
Los tres primeros procesos son válidos y extensivos a todos los seres vivos, sin embargo la transmisión del C, conlleva a dos direcciones, tal como se expuso, la primera es la transmisión genética, biológica, del C entre generaciones de una misma especie viva, aquí, también se da la unidad y dialéctica entre los cuatro procesos, teniendo como característica la uni direccionalidad de las cadenas de los PCS, siendo, el C inherente, propio y exclusivo da cada especie. Sin embargo, se debe observar que se da la cadena de interrelaciones entre los procesos. El C de una especie es de la especie, sirve a sus necesidades básicas para reproducir y mantener a la especie.
La segunda variante de los PTCS, se da en relación a los seres vivos sociales, en un proceso diferente de la evolución biológica. Y a su vez tiene dos momentos, el primero la transmisión está supeditado a los procesos sociales primarios, básicos, y, por ello, están vinculados a una transmisión del C en los genes biológicos. Sin embargo, está forma primaria del C en los seres vivos sociales, en los momentos de la relación social, de la segunda etapa de los procesos sociales, hace que el C adquiera, en forma similar al ser social, una relativa independencia de lo biológico. Sobre esta base se va dar un segundo momento en los PTCS, relacionado a la diversificación de lo social, especialmente con los procesos creadores del trabajo.
En relación al segundo momento, relacionado a la diversificación de lo social, es cuando los PTCS adquieren movimientos que enlazan y se entrecruzan con otros procesos sociales, siguiendo ya no una dirección sino varias direcciones, surgiendo el conocimiento en forma de red, dentro de una especie como entre especies diferentes, en relación a un ser vivo, como en relación a varios seres vivos. Y la red va desde el primer proceso o PPCS, al PCCS, al PRCS, y con el PTCS pasa el C de un ser vivo a otro ser vivo, en diferentes direcciones. La unidad de esta red de C está en que cada C se transmite, apoyándose en los procesos anteriores, siendo, toda transmisión un dar y recibir conocimientos abstractos, separados de sus objetos, lo que hace que el ser vivo que recibe un conocimiento tenga que comprobarlo y así, convertir los C abstractos en conocimientos concretos. Dándose la unidad del C en la cadena de los PCS.
3.4. La Dialéctica entre los PPCS, PCCS, PRCS y el PUCS
En la realidad del CS se dan los cuatro procesos, son diferentes y están en unidad, en lo relativo a los PUCS, a la utilización o uso del C, por los seres vivos, debe observarse que la finalidad de todo CS es su uso, la aplicación del C, su utilización, o su naturaleza instrumental. Todos los Cs en este nivel son prácticos, son necesarios, se da en forma natural. Por ello se debe exponer que el PUCS, está por su finalidad en todos los PCS, está motivando e impulsando el PPCS, o los PPCS, asimismo el PUCS está estimulando la conservación del C, de modo que se puede establecer una relación directa entre la conservación y la utilidad, todo C útil se conserva, todo C inútil no se conserva, y, en perspectiva, todo conocimiento que se vuelve inútil tiende a olvidarse o a destruirse, mientras el C sea útil genera la necesidad de su conservación. También el PUCS estimula el PRCS, siendo la utilidad relacionada a las necesidades de los seres vivos y siendo estas necesidades cíclicas, la utilización estimula a su vez los PRCS, por último, también la transmisión del C está ligada a la utilidad, o necesidad del ser vivo, por tanto, se transmiten C útiles, que van a ser aplicados por el ser vivo, así, también el PUCS, estimula los PTCS. La unidad del PUCS en relación a los otros procesos es desde esta perspectiva es inobjetable.
En sí mismo el PUCS comienza y está unido a los PRCS, pero, para llegar a este punto, el proceso requiere de los otros procesos. La diferencia entre un PRCS y el PUCS está en lo relativo al número y dirección. En los PRCS tenemos que se reproduce un C, mientras que en los PACS, se requiere el desenvolvimiento de un conjunto de C, de tal modo, que siempre la aplicación es el resultado del uso de un conjunto de C. es de por sí el PUCS un microsistema del C, donde, la aplicación dirigida a una necesidad, requiere de la aplicación colateral de C, para llegar a usarse en función de esa necesidad. Así, tenemos un universo de C que se concatenan desde el PPCS hasta llegar a un microsistema de C en el PUCS. En todas las cadenas, en las interrelaciones, de los PCS se da la unidad del C, o de los C, y a la vez las diferencias entre los procesos. Esta forma de ser del C, necesariamente lo conduce a forma un sistema del C o de los C.
IV
DE LAS INTERRELACIONES DE LOS PCS AL SISTEMA Y SISTEMAS DEL CONOCER SIMPLE
Las interrelaciones entre los PCS son un hecho, una realidad constante, estos encadenamientos de los procesos conducen necesariamente a la conformación de sistemas del C, en este proceso se puede establecer la clave del sistema y los niveles que alcanzan los PCS.
4.1. La Clave de la Formación de Sistemas en el universo del C
La clave para la formación de los sistemas en el universo de los CS es el PUCS, es el uso, la utilización de los conocimientos en forma correlativa a las necesidades de los seres vivos, si no existiera estas necesidades sería imposible que el conocimiento formara sistemas. Cada uso, aplicación, utilización del C en función de una necesidad conlleva a correlacionar en el proceso a un conjunto de conocimientos, es decir, en el proceso se van encadenando conocimientos colaterales y adyacentes, o condicionantes, necesarios para llegar al fin del proceso. Así, ya el PUCS es un microsistema del conocimiento, que hace girar en torno a su núcleo a otros PUCS adyacentes o condicionantes. La estructura del sistema es relativamente simple, tiene una entrada, una salida, y un núcleo, es decir, un comienzo, un final, y un Fin. La entrada es cuando el PUCS, dada la necesidad del ser vivo, inicia el proceso, y, a partir de este inicio el proceso tiene dos momentos, el primero es el preparatorio, o preliminar, que consiste en un conjunto de PUCS previos y necesarios, para llegar, y el momento de la utilización acorde al Fin, que es el proceso nuclear que a su vez abarca conjunto de PUCS como medios o instrumentos destinados directamente al Fin. La salida o el final se da con la satisfacción de la necesidad del ser vivo, el proceso desaparece, se deshace, el sistema deja de ser o existir.
Si el PUCS se da una sola vez el sistema muere en forma absoluta con su finalización, pero esto no sucede en la realidad, o no es la tendencia, sino, conforme la unidad del C con el ser vivo, el PUCS se va reproducir, porque las necesidades de los seres vivos se renuevan, aquí tenemos a los PRCS, mediando la renovación de los PUCS, convirtiendo en cíclico el PUCS, así, el sistema tiene un final relativo, se volverá a reproducir, y, siempre con pequeños cambios en el primer momento y en el segundo momento, pero, en esencia el sistema mantiene sus mecanismos de entrada, de salida y de Fin, o finalidad. Y conforme a la naturaleza del CS, en este sistema el C en el final sólo se oculta o conserva para reaparecer en el siguiente ciclo. Visto de este modo, la naturaleza del CS tiende al sistema, y, en el universo del C se están produciendo, mediante los PUCS, una innumerable cantidad de microsistemas del C, que es la clave para conocer los niveles de los sistemas del C.
4,2, El Sistema del C a nivel de la Conservación de la Especie – I Nivel
El primer nivel de Sistema del C es relativo al C útil para conservar la especie, en el contexto de la lucha por la sobrevivencia. Aquí el sistema del C viaja y trasciende con la especie, es inclusivo y exclusivo de la especie. Esta característica hace que los sistemas sean paralelos, y, no sean susceptibles de interrelaciones entre los sistemas. Por otra parte los cambios en los sistemas son también paralelos o sólo inherentes a cada especie. El mecanismo es el mismo descrito en los PUCS, es decir, forman microsistemas en relación al ser vivo concreto pero en relación a toda la especie es un sistema genético, trasciende y no depende del ser vivo concreto sino de su capacidad de transmitir en sus genes estos PUCS, como estructuras instintivas de su comportamiento como especie que transmiten de generación en generación.
4.3. El Sistema del C a nivel de los Seres Vivos Sociales – Procesos primarios
El segundo nivel del Sistema del C, se dan en los procesos sociales primarios de los seres vivos, en este nivel, a pesar de mantenerse vinculados a la transmisión genética de las especies, los seres vivos adquieren cierta flexibilidad y hasta cierto punto una relativa interrelación con otras especies. Al darse las relaciones sociales, es decir, las segundas etapas de los procesos sociales, donde lo social se separa del ser vivo para ser en el otro, también hace salir dentro de la estructura social al C, que así, va de un ser vivo a otro ser vivo, en este transitar se rompe el paralelismo de los sistemas del C, así, los sistemas adquieren un grado de complejidad, donde por medio de los PTCS entre los seres vivos, mediados por lo social, el sistema del CS adquiere un grado de capacidad de transitar o movilizarse de un ser vivo a otro ser vivo, dentro de los límites de los procesos sociales primarios. Y este grado de complejidad se mantiene en sus estructuras y procesos porque se reproducen cíclicamente, conforme a las renovaciones de las necesidades sociales primarias de los seres vivos.
4,4, El Sistema del C a nivel de los Seres Vivos Sociales – Procesos Derivados
Este es el tercer nivel del Sistema del C, donde el C se convierte en un sistema de sistemas, donde los paralelismos se superan, y, fundamentalmente, desde el desarrollo de la especie humana, que es la especie social por excelencia, el C penetra a todo el universo, tanto a las demás especies vivas como a otros niveles de la naturaleza, participando en procesos de transformación e innovación, como se están dando en la sociedad moderna actual, donde el C se convierte en su recurso y medio fundamental de la economía y de la sociedad en su conjunto.
La clave para comprender el tercer nivel es sencillo, está en los PUCS, que tiene ya el carácter de ser un microsistema. La diferencia entre los otros sistemas, se da en correlación directa con los procesos sociales, cada nuevo proceso social conlleva a un nuevo PUCS, y con ello, se van incrementando los CS y el sistema del C se acrecienta. Así, se puede establecer una relativa proporcionalidad entre cada nuevo proceso social desarrollado y cada nuevo PUCS que conlleva a incrementar conforme este nuevo proceso el sistema del conocimiento. Si se tiene en cuenta que lo social rompe los paralelismos de los sistemas de conocer inherentes a las especies, tenemos sistemas de conocimiento que se interrelacionan, se encadenan, formando un nuevo sistema de mayor complejidad, es decir, un sistema de sistema del CS. Así, se ha llegado al punto de comprender que en relación a lo social emerge un universo de C que no debe confundirse en forma absoluta con los seres vivos, porque pueden conservarse y transmitirse y reproducirse fuera del ser vivo. Así, se llega al punto culminante de la teoría procesal del conocer en su nivel simple, el C como sistema en expansión, reproducción, innovación, y con sus procesos inversos, en contracción, destrucción, involución, y, con sus mecanismos de equilibrio entre estos procesos para hacer predominar el desarrollo del universo del C. Sólo nos resta exponer la relación del C con los seres vivos y su destino o perspectivas en el nivel simple-
VI
LOS SISTEMAS CONOCER Y SU INTERRELACIÓN DE EL SISTEMA DE LA VIDA SOCIAL
Desde el inicio de la vida, el C ha estado presente, sin embargo, se debe remarcar que lo ha estado en forma natural, necesaria y espontánea, de tal manera, que hasta ahora, después de siglos de desarrollo, el C es para el ser humano, el ser social por excelencia en la tierra, un problema. Por ello, se expone la teoría procesal de conocer para empezar a resolver el Conocimiento del Conocimiento, y, en esta parte final de la exposición del nivel simple, se aborda los tres momentos de las relaciones entre el CS, los PCS, el sistema del CS, con la vida, los seres vivos en general.
4.1. Primer Momento, Relación Genética entre el CS y la Vida de Unidad Orgánica
El primer momento de la relación entre el C y la vida, está en el inicio histórico de ambos procesos, de tal modo, que se puede determinar como una relación de origen o genética, cuando se inicia la vida biológica, también se inicia el C, a la simplicidad de los inicios de la vida corresponde la simplicidad del C, desde los primeros movimientos originales de la vida, se puede deducir los primeros movimientos originales del C. Este proceso históricamente ya se ha dado, pero, en los seres vivos simples, unicelulares, el proceso se va reproduciendo y con ello también los C que les corresponden.
La característica de este primer momento es la unidad orgánica entre ser o seres vivos y C, de modo que se puede establecer una correspondencia directa entre el ser vivo y el C, durante todo los procesos de desarrollo y complejidad que adquieren los seres vivos, le corresponde un desarrollo simétrico y de complejidad de los C. Este momento adquiere tanto la vida como el C el carácter de sistemas, que por la renovación cíclica de las necesidades de los seres vivos y de la reproducción de las especies, los sistemas se renuevan, manteniendo siempre una unidad orgánica, de modo que se establecen sistemas paralelos, entre especies vivas, de C. Cada PCS se da en los límites de cada especie viva, en unidad o al servicio de la especie, el PPCS, el PCCS, el PRCS, el PTCS y el PUCS, se dan dentro de cada especie viva, en los seres vivos, de modo que el C de una especie es solo para esta especie, para sus necesidades y la conservación de la especie. A este C se le determina como instintivo, que se transmite de generación en generación en las cargas genéticas de las especies. Este primer momento da paso a un segundo momento en la relación al sistema de la vida y el sistema del C.
4.2. Segundo Momento, Segunda Relación entre las dos Sistemas de Separación Simple
El segundo momento en la relación de la vida y el C, se da con el surgimiento de la vida social, de los seres vivos sociales, como una variante fundamental en la evolución de la vida biológica, diferente de la evolución de la lucha por la sobrevivencia, de la selección de los más aptos, en una suerte de selección natural de las especies. La evolución que conduce a lo social, corresponde al surgimiento de seres vivos incompletos e incapaces por sí mismos de reproducir su especie y de satisfacer sus necesidades básicas, en estas condiciones surge la vida social, donde el ser vivo supera su condición de incompleto e incapaz con la mediación de otro ser vivo complementario, capaz de completarlo, o de complementarlo, de tal modo que con estas complementaciones no sólo superan sus deficiencias sino logran reproducir su especie y también satisfacer sus necesidades básicas. Este aspecto lo hemos explicado mediante la teoría de lo Social, y, es la base para comprender el segundo momento de la relación entre la vida y el C, y de sus sistemas.
Siguiendo a los procesos de los seres vivos sociales, el C logra el segundo momento, de una relativa separación del ser vivo, donde ha existido encapsulado y en su ser orgánico. La separación del conocimiento se va dar en el momento en que el ser social de un ser vivo se separa de este ser para ser en otro ser vivo, este punto es crucial para los seres vivos sociales, y lo es también para el C, porque en la carga social que se traslada el ser social de un ser vivo a otro ser vivo, también viaja el C, y cuando el ser social de un ser vivo se interioriza en el otro ser vivo, también se interioriza el C, incorporado en esta carga social, se interioriza en el otro ser vivo. Así por lo social, por las características de sus procesos, el C logra salir y transitar fuera de un ser vivo, para ser en otro ser vivo. Este es un primer momento de la separación relativa entre el ser vivo y el C, ambos se separan del ser vivo para ser en otro ser vivo, con este movimiento, ya el C no es sólo biológico, sino, además es social.
Sin embargo, este primer momento de separación simple del C del ser vivo para ser en otro ser vivo, no deja de ser genético, instintivo, e inherente a cada especie viva. Es la ciencia Etológica que con rigor ha descrito, explicado, y experimentado, con las estructuras de este tipo de comportamiento de los seres vivos, donde el C, en un nivel instintivo y genético se da. Este nivel es la base para la convivencia entre los seres vivos sociales, donde los procesos sociales y los procesos del C se reproduzcan en forma cíclica, y, así, en forma cíclica también se da la separación y también integración y la unidad entre los seres vivos sociales y los PCS ya determinados por lo S.
Sobre la base de este primer nivel de separación se da un segundo nivel de separación simple del C en relación a los seres vivos, desarrollando un mayor nivel de complejidad entre los sistemas de la vida y el C. Este segundo momento es la relativa separación del C de la vida genética biológica, es decir, cuando se dan C que ya no van a ser transportados y reproducidos en las cargas genéticas de las especies de los seres vivos. Estos C están vinculados a PPCS desarrollados por los seres en condiciones especiales, de cambios que obligan a variar comportamientos instintivos y conllevan a crear nuevos C, que no van a ser transmitidos genéticamente. La transmisión de estos C es ya social en la forma que los hemos descrito en los PTCS, cuando un ser vivo transmite C a otro ser vivo que lo requiere, es decir, en un proceso social, donde un ser vivo que carece de determinados C los adquiere por una relación social, por otro ser vivo, con otro ser vivo. En este segundo nivel de la separación simple, el sistema del C gira en torno a un conjunto de PUCS, que permiten completar y comprobar el C transmitido socialmente.
Cuando el C es por un proceso social específico, se ha concretado un segundo nivel en la separación del C del ser vivo. En el primer nivel el C se separa en el ser social de un ser vivo para ser en otro ser vivo, así, se separa de uno para ser en el otro, En el segundo momento, el C que posee un ser vivo se separa, por una relación social especial, para ser en otro ser vivo que carece de este C, así, este proceso social se identifica y está en unidad con el PTCS. Esta es la base para el tercer momento de las relaciones entre los sistemas del conocer y la vida.
4.3. Tercer Momento, Tercera Relación entre los Sistemas, de Separación Compleja.
El tercer momento de la relación entre los sistemas de la vida social y el conocer, se da a partir de los procesos del surgimiento de lo social como un sistema diferente de la vida biológica, como un nivel de mayor complejidad del desarrollo de la vida. En el segundo momento el ser social vivo todavía está limitado a procesos primarios y básicos, conforme la correspondencia entre C y lo social, también el C, sus sistemas corresponden a estos niveles primarios de lo social, como son la reproducción, la familia, y las hordas defensivas. En estas formas si bien ya el C se separa del ser vivo, o se puede transitar de un ser vivo a otro ser vivo, todavía depende de la transmisión genética, por tanto, ni lo social ni el C son totalmente libres, en cierto sentido son subsistemas de la vida biológica.
El tercer momento de la relación entre el C y la vida, en lo que respecta a nuestro mundo, sólo se ha dado en una especie de los seres vivos, en el hombre, en el ser humano, y, en forma muy significativa, determinado como el homo sapiens, es decir, en el hombre sabio, relacionando a esta especie con el C. No ha sido necesario que este tercer momento comprenda más especies vivas, a partir de la especie humana, tanto lo social como el C, han logrado desarrollar formas sistémicas capaces de crecimientos abiertos y con tendencias a ser infinitos. Hasta el punto de la exposición relativo el C es simple, práctico, destinado al uso, a relacionarse con los seres vivos para la satisfacción de sus necesidades, el C alcanza niveles asombrosos de conformación de sistemas, participando, por esa correspondencia directa entre la vida y el C, del proceso de formación de lo social como un sistema que se separa y libera de lo biológico, supeditando.
Entre el segundo momento y el tercer momento, hay un proceso intermedio, prolongado donde se van creando los elementos necesarios para la independencia, o separación de la vida biológica de lo social y del C, es un proceso de transición necesario. La comprobación sintética de este proceso son los procesos sociales que reproducen esa transición en forma resumida en cada ser vivo, y, le dan los medios para integrarse en los sistemas sociales, en estos procesos sociales resumidos, también en forma sintética el C se reproduce para ser en sistemas relativamente autónomos de la vida biológica. El resultado es que todo lo reproducido ya no es inherente a la herencia biológica, ya no está en la carga genética de la especie humana, sino, se reproduce por lo social, por procesos sociales, y, todo lo que va creando estos procesos sociales, o los nuevos procesos sociales, tampoco se reproducen biológicamente, sino, por procesos sociales.
La transición al tercer momento, lo deducimos de estos procesos de reproducción de lo social que resumen cientos de miles de a;os, que ya son irrepetibles en su ser en el tiempo. La formación del lenguaje como un sistema capaz de reproducirse no biológicamente sino socialmente se ha dado en una cadena de procesos de recolección de términos relacionados a los procesos sociales, cada palabra, cada estructura de sonidos, para llegar a ser un sistema tal como existe en las sociedades humanas se han forjado y fijado en procesos sociales a los largo de miles de a;os. Una ves que lo social se separa de los mecanismos biológicos, entonces, comienza la relación entre sus sistemas y los sistemas del C. Este tercer momento está vigente, se desarrolla, en la actualidad, y ha sido la base para desarrollar la teoría procesal del conocimiento.
Se debe distinguir en estas relaciones entre lo social y el C, el aspecto de la correspondencia entre uno y otro proceso, entre uno y otro sistema, de tal modo, que uno y otro existen en forma interdependiente. Entre los dos sistemas, lo social cumple una función activa, mientras el C cumple un rol relativamente pasivo, más aún aparenta ser sólo un medio o un instrumento de lo S. Todo lo alcanzado por el C es por la mediación social, de tal modo que cada progreso social, creación social, corresponde un nuevo sistema de C, acorde a este progreso o a lo creado. Sin embargo, en esta relación donde el C se impulsa por lo social, se debe comprender que el C es lo único que permite al proceso social orientarse, reproducirse, y, hasta seguir creando. Tal como lo expuse en las pruebas de la existencia del C, si por alguna causa, el ser vivo perdiera el C, entra en una situación de caos. La reproducción de todo lo creado por lo social, en los procesos de trabajo y en otros niveles de la vida social, requieren de los C correspondientes, sin ellos no es posible que se puedan dar los procesos sociales. Esa es la primera parte de la relación entre lo social y el C, la segunda corresponde a sus diferencias, a constituir sistemas u universos diferentes.
Lo social con toda su complejidad responde a sus procesos que deben diferenciarse de otros procesos, sus sistemas, surgidos de sus procesos, responden a las condiciones del surgimiento de lo social, que no deben confundirse con las condiciones para la creación de otros sistemas. Así, como existe la interrelación entre el C y lo social, también se da las diferencias entre ambos, especialmente de sus sistemas. Los sistemas del C, son resultados de los PCS, tal como se expone, tienen sus propios movimientos, estructuras, etapas y fases. Sólo un proceso del C se identifica y se desarrolla por medio de un proceso social, es del PTCS, e incluso este proceso desde la perspectiva del mismo C requiere de los otros PCS, y, puede seguirse no desde la perspectiva de lo social sino del mismo conocer. Si son diferentes los sistemas, entonces, tienen movimientos propios, tienen entradas y salidas propios a cada sistema, su reproducción y crecimiento tienen sus propios procesos. La independencia de estos dos sistemas se comprueba por la forma en que se desarrollan ambos, el ser vivo produce, conserva, reproduce, transmite, y utiliza los C en forma espontánea, natural, sin ser consciente de estos procesos, pero, no sólo eso el ser vivo es social, vive y se desarrolla socialmente, también en forma natural, espontánea, sin ser consciente de su naturaleza social. Tenemos así dos sistemas desarrollados por los seres vivos sociales, que adquieren relativa independencia, conformando sistemas de gran complejidad.
La realidad de estos dos sistemas en sus núcleos en su naturaleza inherente a sus seres son intangibles, tanto lo social como el C son de naturaleza intangible. Sin embargo, se manifiestan y se interrelacionan con lo tangible, pero, no se les puede confundir con esta naturaleza tangible. En su ser intangible el CS, ha logrado crear sistemas donde se va produciendo en forma incesante, en incontables procesos, como también va reproduciéndose en forma cíclica, acorde a las necesidades sociales de los seres vivos, como también va destruyéndose en forma incesante. Estos sistemas de C de un modo u otro se relacionan, intercambian C, van de un ser vivo a otro, de una sociedad a otra, es decir, no permanecen confinados a un ser vivo sino desarrollan movimientos de traslaciones, adaptaciones, recreaciones, entre los seres vivos, de modo que es casi imposible seguir el curso de estos movimientos del sistema del C en la sociedad o sociedades humanas. Llegado a este punto, se puede concluir en forma relativa con la teoría procesal del C en su nivel simple.
V
CONCLUSIONES
Sobre el presente ensayo, sobre el C como sistema, se puede a modo de resumen establecer las siguientes conclusiones:
5.1. La interrelación de los PCS conlleva con necesidad al C como sistema, de la unidad y la dialéctica entre los procesos, surge el C como sistema, en un cadena de interrelaciones que los retroalimenta y potencia en sus realizaciones. La unidad que está atravesando a todos los PCS es el C verdadero, positivo, alcanzado en el PPCS, de modo, que este C verdadero se conserva, se reproduce, se transmite y se utiliza.
5.2. La clave para que el C se desarrolle y funcione como un sistema radica en el PUCS, en el uso del C se produce un desenvolvimiento de los CS como un sistema. Es la segunda conclusión del presente ensayo, el PUCS es el primer nivel de sistema del PCS, al constituir un microsistema que correlaciona en forma sistémica a los C, para intervenir en la satisfacción de una determinada necesidad de un ser vivo. Para esta intervención intervienen un conjunto de C, que permiten al ser vivo alcanzar la satisfacción de la necesidad que lo impulsa. Aquí, giran alrededor del C básico dirigido a la satisfacción, un conjunto de C intervinientes o condicionantes, los C de los medios y de las acciones coordinadas para llegar a este fin. En el PUCS tenemos el primer sistema del CS, en forma natural y espontánea.
5.3. La tercera conclusión es la determinación de la correlación directa entre la vida y el C, de tal modo que el C se produce y responde a las necesidades de los seres, está unido a la realidad de la vida, y, la vida requiere y satisface sus necesidades con la intervención de los C. En esta relación directa se puede establecer una correspondencia cuantitativa y cualitativa entre la vida y el C, de tal modo que a determinado número de necesidades de los seres vivos, corresponde igual número de C, y si el ser vivo genera una nueva necesidad a satisfacer, entonces, se tiene que producir un nuevo C acorde a esta necesidad. Y si el ser vivo ya no requiere satisfacer una necesidad entonces también ya no es necesario su C, de tal modo que en igual proporción disminuye también el C.
5.4. Por esta correlación se puede deducir el origen del C en el origen de la vida, el primer C se da como un PPCS impulsado por el primer ser vivo, primitivo, de modo que también este es un conocimiento primitivo, ligado a las necesidades primitivas del ser vivo en la historia. Desde este inicio se ha desarrollado el C siempre en correlación con el desarrollo de los seres vivos, respondiendo a la satisfacción de sus necesidades.
5.5. En el proceso de las relaciones de los seres vivos y los C, se han dado tres momentos. El primero se da como una relación genética, ligada a las especies, formándose sistemas de C inherentes y exclusivas a cada especie, de modo que se puede determinar sistemas de C paralelos en función de cada especie, de modo que puede establecerse una correspondencia cuantitativa y cualitativa entre las especies y los sistemas de C correspondientes. A un número determinado de especies corresponde un número determinado de sistemas de C, que se transmiten de generación en generación en las cargas genéticas de los seres vivos.
5.6. El segundo momento de la relación de los seres vivos con los sistemas de C, se da por la evolución biológica, que da lugar a los seres vivos sociales, a la vida social de los seres vivos. Tal como se expone, este corresponde a los procesos sociales primarios de los seres vivos, sin embargo, por las características del proceso social, que en su segunda etapa, logra la relación social, logrando que el ser social de un ser vivo alcance a ser en otro ser vivo, por esta relación, dentro de la carga social, el C puede también salir del ser vivo social para ser en otro ser vivo, es el inicio de la separación del C de la vida biológica, así, comienza el sistema de C abarca a dos o más seres vivos sociales. Sin embargo, todavía la transmisión de generación en generación de estos C es biológica, va en la carga genética de los seres vivos. Cuando la transmisión del C es de carácter social, entonces, el C comienza a liberarse del ser genético biológico. Esto se da con los PTCS de un ser vivo a otro ser vivo, por un proceso social, es por un proceso social, especialmente destinado a transmitir un C necesario para un ser vivo por otro ser vivo que comienza la separación y liberación de los sistemas de C.
5.7. El tercer momento es precedido por un largo proceso intermedio de transición, donde por la ley de la correlación entre el C y la vida, en este caso la vida social, se va producir en forma cuantitativa y cualitativa, el incremento de los procesos sociales y de los correspondientes sistemas de C, de tal modo que la liberación de lo social en relación a lo biológico, hasta ser una realidad con sus propias leyes y sistemas, corresponde a la liberación del C de lo biológico, hasta ser un sistema de sistemas con sus propias leyes y procesos. La transición sólo se puede deducir de los procesos de reproducción que resumen y sintetizan estos largos procesos históricos, de tal modo que los cientos miles de a;os pueden resumirse en unos pocos a;os.
5.8. El tercer momento ha sido realizado en la tierra por una sola especie, el hombre, pero, ha sido suficiente para liberar a lo social y al conocimiento, y, convertirlo en un sistema abierto, superando el momento de su confinamiento, dependencia y paralelismos dados en las especies biológicas, El C ha dejado de depender de las cargas genéticas biológicas para su transmisión, tanto de generación en generación de los hombres, como para su transmisión entre los hombres entre sí. En este momento todavía estamos en el CS, corresponde a los PCS, pero, gracias a su vinculación con el uso, o la utilidad, en relación a las necesidades crecientes del ser social humano, ha logrado un desarrollo sorprendente, el C forma sus propios sistemas, tiene sus propias dinámicas, sus procesos son inherentes al C, diferentes de los sistemas, procesos, dinámicas de lo social. Estos dos sistemas se complementan, se interrelacionan pero no deben ser confundidos. Y tanto lo social como el C, son dos intangibles que suscitan interrogantes.
5.9. Aquí culmina la primera parte de la teoría procesal del C, comienza con la frase atribuida a Sócrates, y culmina con el ensayo sobre el C como sistema. El siguiente nivel de la teoría sólo podrá desarrollarse sobre la base de C simple, de los PCS, que encierran la clave para comprender la complejidad del C, pues, lo complejo no es otra cosa que el desarrollo de lo simple. Cómo lo simple se desarrolló en forma natural, espontánea, necesaria, sin ser de ello consciente el ser vivo, es importante comprender las formas que ha tomado su creciente complejidad, más aún, en un contexto social, o de la sociedad humana, donde el C, es reconocido como el Poder de la innovación y el cambio moderno.
Julio Durand Lazo
IZCUCHACA DICIEMBRE DE 2017
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